- Porque esta ciudad, como todas las ciudades, no dice su pasado pero lo contiene como las líneas de una mano -

junio 19, 2007

LA BOCA

Una mirada con nostalgia

Ubicado en la zona sur de la ciudad este pintoresco barrio, debe su nombre, justamente, al sitio donde se originó: La "Boca" del riachuelo; el lugar en dónde sus aguas desembocan en el Río de la Plata.
Con su aire de tradiciones y recuerdos, su atmósfera de inmigrantes, sus características veredas de diferentes niveles (así diagramadas para evitar las frecuentes inundaciones), resulta un paseo infaltable a la hora de conocer la ciudad.



Una vista de sus calles


Resulta muy llamativo el colorido de sus edificios que le da su toque distintivo. Esto tiene su razón en el hecho que los vecinos de la zona, humildes y de muy pocos recursos, utilizaban para mejorar los frentes de sus casas, los sobrantes de las pinturas utilizadas en los barcos, que pedían a los astilleros de la zona.


Otro de los atractivos del barrio es la pequeña calle,
conocida como "Caminito", que funciona como un museo al aire libre.

En un principio era el cauce de un pequeño arroyo. Desaparecido con el tiempo, su curva fue aprovechada como desvío del Ferrocarril Gral. Roca, que al dejar de funcionar, dejó la cuadra abandonada y amenazando convertirse en basural.


A pesar de ello, los vecinos la utilizaban como atajo; una manera de salir caminando más rápido.

Gracias a Don Antonio Cárrega se saneó el lugar y, a instancias de Don Benito Quinquela Martín, (personaje ilustre del lugar), mediante un madero pintado en letras negras, comenzó a ser conocido como "Caminito".

Inaugurado el 18 de Octubre de 1959, es un homenaje al músico Juan de Dios Filiberto, autor del tema homónimo y vecino del barrio, cuyo busto en piedra, réplica de la talla realizada por el artista Luis Perlotti en quebracho, se ubica entre murales, mosaicos y otras esculturas.



Caminito


El paseo cuenta con tiendas de souvenirs y artesanías, restaurants, shows de tango y espectáculos.



Curioso :

La letra del tango, estrenado durante los carnavales de 1926, es del escritor riojano Gabino Coria Peñaloza y se refiere a un paisaje de su tierra natal, situada a 1125 km de Buenos Aires, no a esta pequeña calle.


Caminito que el tiempo ha borrado,
que juntos un día nos viste pasar,
he venido por última vez,
he venido a contarte mi mal.

Caminito que entonces estabas
bordado de trébol y juncos en flor,
una sombra ya pronto serás,
una sombra lo mismo que yo.

Desde que se fue
nunca más volvió,
Caminito amigo,
yo también me voy.

Desde que se fue
triste vivo yo,
seguiré sus pasos,
Caminito, adiós.

Caminito que todas las tardes
feliz recorría cantando mi amor,
no le digas si vuelve a pasar,
que mi llanto tu suelo regó.

Caminito cubierto de cardos,
la mano del tiempo tu huella borró.
Yo a tu lado quisiera caer
y que el tiempo nos mate a los dos.




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