El pasado 11 de Junio se conmemoró el 427º aniversario de la segunda fundación de la ciudad por el Adelantado Don Juan de Garay.
Para todos los que conocen Buenos Aires y los que no, los que la aman y los que la odian, los que viven en ella y los que están de paseo, les propongo conocer algo de los orígenes de esta Metrópolis, comenzando con su Primera Fundación.
Año del Señor de 1536…
Llegan a estos páramos poblados de ranas, sapos y culebras (entre otros animalejos…) el“Adelantado” Don Pedro de Mendoza y su expedición…
El concepto de “adelantarse para ampliar las fronteras del reino tomando tierras” había sido institucionalizado en la guerra contra los moros, y no ha perdido vigencia).
Prosigamos…
Que si vino con 900, 1500 ó 1700 hombres, que si fueron diez, once o dieciséis navíos, que si la fundación fue en “Parque Lezama”, “Plaza Dorrego” ó “Plaza San Martín”, poco importa, lo cierto es que llegaron a estas costas, con muchos sueños de oro, de conquista y de gloria; hombres y también mujeres…algunas eran esposas devotas y leales; otras eran, justamente, “las otras” …
Como Maria Dávila, sumisa manceba de Don Pedro de Mendoza; quién estoicamente compartió su destino y su enfermedad.
Pero volvamos a ese caluroso febrero de 1536, cuando sin mayores ceremonias, quedó fundado por primera vez, el “Puerto de Nuestra Señora de Buenos Aires”…
Había que preocuparse por: sobrevivir en miserables chozas de barro con techo de juncos y puertas cubiertas con trapos, que se venían abajo con las primeras lluvias; por no morir de frío (y eso que en esa época no había problemas con el gas!!)…o de alguna enfermedad, o de hambre, llegando hasta el canibalismo para evitarlo, o en manos de algún salvaje, categoría que aunaba a los indígenas y a nuestros “Yaguaretés”.
(Yaguareté - No se ve muy feroz no?)
(Verdaderamente había que tener muy mala suerte para, después de embarcarse en tamaña aventura, llena de contratiempos, sobrevivir, evitando morirse ahogado, perderse en alta mar o enfermarse…Llegar a esta tierra “ruta al Imperio del Rey Blanco y de la Sierra de la Plata”, para terminar como alimento de un grupo de félidos que hasta saltaban la empalizada, con tal de zamparse de un buen bocado a alguno de los indefensos habitantes).
“La Gran Metrópoli”, “La Reina del Plata”, “La Gran Aldea” o, simplemente “Baires”, muchas fueron las denominaciones con las que se la conoció y se la conoce, pero ¿por qué Buenos Aires?
Otra versión similar en relación al “Buen Aire”, está relatada en la memoria escrita de un portugués que visitó estas tierras en 1587.
La más conocida es la que argumenta que Don Pedro de Mendoza eligió este nombre en honor a la Patrona de los Navegantes y para cumplir una promesa.
“Nuestra Señora de los Buenos Aires”, versión castellanizada de la “Virgen de Bonaria”, es decir ”La Candelaria”, virgen sarda, venerada por los marinos españoles.
Quienes quieran conocerla, su Iglesia se encuentra en Av. Gaona al 1700.
El 22 de Abril de 1537, partió para España…(con la pobre María Dávila detrás…); y el 23 de Junio, el orgulloso y noble hidalgo, Adelantado del Río de La Plata, nombrado por Su majestad el Rey, falleció en alta mar y, de acuerdo a las costumbres, fue arrojado a las aguas, como cualquier hijo de vecino… (Cumpliéndose aquello de que la Muerte es la ”Gran Igualadora”).
Y con ese pequeño poblado, este “Puerto de Santa María de los Buenos Aires”?
Sucumbió …Ni más, ni menos.
El hambre, la pobreza, los ataques de los indígenas… (más una cuota de intereses personales, rencores y ambiciones, seguramente), lograron dispersar a sus habitantes (los pocos que resistían) hacia la vecina Asunción en Paraguay.
Y así permaneció, silencioso y olvidado… por casi cuarenta años…Hasta su Segunda Fundación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario