- Porque esta ciudad, como todas las ciudades, no dice su pasado pero lo contiene como las líneas de una mano -

abril 24, 2007

EL TIEMPO DE LA CIUDAD (Continuación)

Un poco de historia general


En un principio, las campanas de las iglesias eran las encargadas de regir el tiempo del hombre, marcando los distintos momentos del día y de la vida: nacimientos, bodas, guerras, etc. Los tañidos regulaban las tareas y señalaban las horas, las vísperas, el ángelus, la oración o las ánimas.

Hacia 1335, el primer reloj mecánico, es colocado en la Torre del Ayuntamiento (símbolo del poder laico/civil) en Milán y, por primera vez, los ciudadanos se enteraban de la hora escuchando el número de campanadas… de esta manera, el tiempo, deja de ser controlado por la religión…

En la Gran Aldea, el primer reloj para algunos data de 1690, para otros de 1714; se ubicó en la torre del Templo de San Ignacio en el Barrio de Montserrat, en una casilla de cal y madera para resguardarlo de la lluvias; según crónicas de la época, andaba bastante mal.



Iglesia de San Ignacio (Bolívar 225)


Otro reloj importante fue el del Cabildo, (cabe mencionar que este edificio ha sufrido numerosas remodelaciones hasta terminar en como hoy lo conocemos).

Colocado en enero de 1765, fue adquirido en España, a instancias del Procurador de la Trinidad, y se “costeó con el producto de la venta de 100 cueros remitidos a Cádiz ”

Las campanas del Cabildo podían sonar 48 veces en 24 hrs. convocando a reunión, lo que sumado al sonido de cuartos, medias y horas, seguramente alteraban el bucólico paisaje.



Cabildo de la Ciudad (Bolívar 65)


Hacia 1860, es reemplazado por uno nuevo venido de Europa, para lo cual hubo que modificar la torre; comenzando a funcionar el 17 de Septiembre de 1861, en horas de la tarde.

Algunos consideraciones del contrato especificaban:

La empresa proveedora: "Thwaites & Reed", fabricantes para el gobierno inglés.
“Sus 3 cuadrantes de 2 mts de diámetro..., se ubicarían mirando hacia el Norte, Sur y Este" y “se iluminaría a gas”, para poder ser visible de noche. Debería ser de “8 días de cuerda”, y “no detenerse al darle cuerda”…

Mientras, el viejo reloj español pasa a la iglesia de “Nuestra Señora de Balvanera”, y años después al ser colocado uno nuevo, se pierde su rastro.

Hacia 1889, con otra remodelación desaparece la torre del Cabildo, y el reloj inglés va a ir a reemplazar al de la “Iglesia de San Ignacio”, aunque con solo dos cuadrantes, el norte y el este, (por entonces el que poseía había desaparecido no se sabe desde cuando).

Cuando una nueva obra intenta devolverle al Cabildo su imágen inicial, se reconstruye la torre colocándose un reloj similar al antiguo español, pero con mecanismo eléctrico; la restauración completa finaliza el 12 de octubre de 1940.

Continuará...


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