- Porque esta ciudad, como todas las ciudades, no dice su pasado pero lo contiene como las líneas de una mano -

septiembre 20, 2007

CONFITERIA DEL MOLINO

Pasado esplendor



Av. Callao 10



Ubicado en la intersección de las Avdas. Rivadavia y Callao, frente al Palacio del Congreso, este edificio fue otro de los que ostentó el título de "el más alto de su época".

Diseñado y construido por el arquitecto italiano Francesco Gianotti, data de 1905 y es uno de los más bellos ejemplos del estilo art-noveau.

Su magnífica cúpula/torre aguja ubicada en la ochava, sus distintivas aspas, sus decoraciones y detalles de categoría, hicieron del sitio un lugar casi obligado para la aristocracia porteña.




El Molino


Un poco de historia:

Bautizada como "Antigua Confitería del Molino", debe su nombre al primer establecimiento harinero de la ciudad que se encontraba en la vecina Plaza Congreso; sus dueños, dos reposteros italianos: Cayetano Brenna y Constantino Rossi.

Resulta una estructura liviana cubierta de vitrales de colores
, construida con elementos traídos de Italia, desde las puertas hasta las cerámicas.
La cúpula alberga una pequeña vivienda, en tres niveles con acceso mediante una escalera caracol.


La confitería contaba con salones para fiestas, tres subsuelos donde funcionaba la planta elaboradora, depósitos, bodegas y fábrica de hielo.


Entre sus famosos y asiduos concurrentes se contaron políticos como Alfredo Palacios, Lisandro de la Torre; escritores como Leopoldo Lugones, Oliverio Girondo, Roberto Arlt; músicos y artistas como Carlos Gardel, Lili Pons, Libertad Lamarque, Niní Marshal y Eva Perón, entre otros.


Símbolo de una época, lugar para el debate político, el encuentro social y las citas amorosas, presente durante más de 100 años en la historia de los porteños, cerró sus puertas definitivamente en 1997.
Su destino hoy es incierto, si bien forma parte de una lista de la UNESCO, para ser considerada patrimonio "art-noveau" internacional.


Curiosidades:


Dentro de las exquisiteces que se degustaban en el lugar a la hora del té, se encontraban los merengues, el marrón glasé, el "Panettone de Castañas" y el "Imperial Ruso", (conocido en Europa como "Postre Argentino"), que había sido creado por Don Cayetano Brenna en 1917 en solidaridad con la familia real rusa.


Se cuenta que fue aquí donde habría nacido el famoso postre "Leguizamo" (una base de bizcochuelo y hojaldre, con merengue, marrón glasé, higos glaseados, crema imperial con almendras, dulce de leche y recubierto con fondant, grana de chocolate y almendras picadas); un pedido de Carlos Gardel al maestro repostero para regalar a su amigo el jockey Irineo Leguizamo.
Varias confiterías del mismo estilo, se adjudican su autoría.



"Las chicas de Flores tienen los ojos dulces, como las almendras azucaradas de la Confitería del Molino"

Oliverio Girondo






1 comentario:

kamagra dijo...

Es un bello edificio porque tiene detalles antiguos y ese es el tipo de arquitectura que a mi me gusta todo lo clásico.