- Porque esta ciudad, como todas las ciudades, no dice su pasado pero lo contiene como las líneas de una mano -

agosto 10, 2007

LA CASA DEL TEATRO

Siempre quedan los artistas


Creada por iniciativa de la cantante lírica portuguesa Doña Regina Pacini de Alvear, esposa del presidente de la nación Don Marcelo Torcuato de Alvear; esta entidad nació como "un hogar para la gente del espectáculo desamparada al final de su vida".



Regina Pacini de Alvear


La idea, que resultó avanzada para la época, es de cubrir las necesidades de vivienda, manutención y asistencia gratuita para actores, actrices, autores y empresarios relacionados con el medio.

Otorgado el solar para su construcción, esta pudo realizarse gracias a donaciones privadas, festivales y un subsidio otorgado por el Gobierno Nacional mientras que el arquitecto Alejandro Virasoro, autor del proyecto, contribuyó donando sus honorarios.


El edificio, inaugurado el 5 de enero de 1938, es un ejemplo del estilo “Art-Déco” en Buenos Aires.



Av. Santa Fe al 1200


De líneas planas y formas geométricas, casetones, molduras y motivos ornamentales típicos del movimiento, se destaca el remate en forma de pirámide escalonada, acabada en un cubo decorado con las máscaras de la comedia y la tragedia.


En su interior alberga, además de 45 habitaciones, una capilla, una biblioteca especializada con 6.000 títulos aproximadamente y dos pequeños museos: uno dedicado a Carlos Gardel (con cartas, fotos y ropas) y otro, a quien fuera su mentora y Presidenta Honoraria, la Sra. de Alvear.
En sus inicios, también contaba con farmacia y servicio médico.


Completa el conjunto la sala “Teatro Regina” con 400 butacas, que cuenta con dos murales donados por el artista Benito Quinquela Martín.


Desde mediados de Julio y hasta finales de Agosto, en el edificio se lleva a cabo la "Feria de los Artistas", a total beneficio de la entidad. En ella es posible adquirir ropa, muebles, cuadros y objetos varios pertenecientes y donados por miembros de la colonia artística.








1 comentario:

buy generic viagra dijo...

Era una verdadera joya arquitectónica y ahoras los avatares del tiempo se lo han llevado para siempre... qué triste!