- Porque esta ciudad, como todas las ciudades, no dice su pasado pero lo contiene como las líneas de una mano -

enero 20, 2011

MIRANDO RASCACIELOS

Edificio "COMEGA"









En la intersección de la Avda. Corrientes con la Avda. Leandro N. Alem, en lo que suele denominarse el "bajo porteño", se levanta uno de los primeros edificios de altura que tuvo la ciudad. Es, además, un claro ejemplo del estilo constructivo que caracterizó a la década del '30.

Con sus 85 mts., sus líneas puras y escasa decoración, el "COMEGA" refleja el espíritu moderno y las ideas de vanguardia.
Los nuevos conceptos arquitectónicos propuestos por Le Corbusier y la Bauhaus, comenzaron a aplicarse y a transformar la fisonomía urbana.










Historia y Descripción


Obra de los arquitectos Alfredo Joselevich y Enrique Douillet, fue realizado a pedido de Don Alfredo Hirsch, quién les encargó el diseño de un edificio para su "Compañía Mercantil Ganadera" (Comega).

Construido entre 1931 y 1934, sobre un terreno en declive de 25 x 26 mts. que abarca la esquina, posee dos cuerpos rectos de 14 pisos cada uno y un tercero que llega hasta los 21.

Su fachada lisa, cubierta por placas de mármol travertino, sus aventanamientos rectangulares en acero y la ausencia de ornamentación, responden a las claves del racionalismo: materiales nobles, eliminación de todo aquello que no sea imprescindible para la construcción y aprovechamiento al máximo de los espacios para lograr el mayor confort de sus ocupantes.













Además de los pisos de oficina, el edificio posee tres subsuelos para estacionamiento, maquinarias y archivo, y una Planta Baja diseñada en dos niveles.

El acceso está marcado por una escalera de mármol color ocre y puertas realizadas en vidrio y bronce, fabricadas en Alemania.










En el Hall de Entrada, tanto parte del techo como las paredes y las puertas de los elevadores, se encuentran revestidas en acero inoxidable pulido mate, proveniente de Suecia.

Contaba con lo más avanzado en tecnología de la época: sistema de aire acondicionado, agua caliente y fría y cinco modernos ascensores de alta velocidad, capaces de subir 180 mts. por minuto.









Su marcada planimetría sólo se ve alterada por una pequeña saliente curva, a modo de mirador, ubicada a la altura del piso 19, en el cuerpo principal.

Hasta 1969, allí funcionó una confitería conocida como "Comega Club". Con piso de parquet de corcho (para absorber el ruido), revestimientos en maderas patinadas en verde dorado y un mostrador de acero inoxidable, poseía una puerta corrediza con acceso a una "loggia", decorada con mármoles y cerámicos, que ofrecía una muy interesante vista del puerto y del río.
Hoy el lugar lo ocupa un moderno resturant.








El edificio fue restaurado y declarado Patrimonio Histórico de la Ciudad.



Curiosidades


* En sus comienzos, el Hall de Entrada lucía una elegante alfombra roja que le confería un estilo muy especial.

* La construcción carece de vigas. Un sistema de columnas y losas de hormigón de mayor espesor permitió prescindir del sistema tradicional.


* Fue el primero equipado con "contravientos", elementos que garantizan que la estructura se mantenga indeformable.


* En un principio, la totalidad de las oficinas poseían vista al río.


* Desde la confitería y salón de té, se podían observar los acontecimientos que requerían cierta altura: el paso del "Graf Zeppelin" en 1934, el entierro de Carlos Gardel en 1936 y el ensanche final de la Avda. Corrientes en 1937.


* Originariamente, en el lugar se encontraba el "Hotel Nacional", antigua residencia de Don Francisco Madero.









* El Instituto Histórico de la Ciudad organiza visitas gratuitas al lugar, en el marco del programa "Visitas a los Miradores de la Ciudad".



8 comentarios:

Veronica dijo...

Lindo post!
gracias por la info sobre el programa de visitas a los edificios con miradores,
lo estare agendando!
saludos
Vero

Unknown dijo...

Muchos (demasiados) días sin dejarme caer por aquí.
Hoy me muestras uno de los edificios que mas me sorprendió en mi primera visita a Buenos Aires.
Viendo las fotos y leyendo lo que no sabia, mi sorpresa sigue siendo mayúscula.
Un abrazo

DG dijo...

Hola Vero!

Gracias por pasar.
Las visitas a los miradores son muy interesantes, espero puedas realizar alguna; después me contás!

Un beso
D.

DG dijo...

Hola Jan!!

Que gusto tenerte por aquí!

Que bueno que el post te haya informado un poquito más sobre este edificio que te resultó singular.
Si vuelves, espero puedas disfrutarlo y mirarlo de otra manera!

Un beso enorme!!
D.

Juan C Araya dijo...

Diana: me había ausentado de la capital y no había cruzado la cordillera hasta tu blog, la verdad es que como siempre es un agrado, hoy para ver el primer gran edificio de B Aires, les ha costado la construcción en altura, es bueno preservar pero por otro lado la ciudad les está creciendo en demasía.
En mi último viaje vi ya la intervención del barrio frente a Pto Madero con unos rascacielos, absolutamente novedosos en sus líneas, pero que rompen definitivamente la arquitectura del lugar, creo que llega un momento en que deberán rendirse ante la evidencia que la ciudad no puede crecer más.
Saludos

YoSolo dijo...

Muy buen paseo!!
El racionalismo es una de las facetas mas aburridas de la arquitectura, siempre me llamo la atencion la ornamentacion de los edificios antiguos y este así, tan "cuadradito" no me atrae aunque admito que tiene un atractivo por la utilizacion perfecta del espacio del terreno que no es mucho por cierto.
Te mando un beso y espero un nuevo paseo, gracias.

DG dijo...

Hola JC!

Que bueno que te des una vuelta por aquí!

Tienes razón, Puerto Madero está quedando como una isla, llena de torres y rascacielos, alejada del resto de la ciudad... parece otro planeta!

Y se suscita lo de siempre, el progreso y el modernismo avanzan sin mucho criterio y la ciudad va perdiendo su identidad!

Gracias por pasar!
Un beso grande
D.

DG dijo...

Hola Gus!!

Me alegro que hayas disfrutado del paseo!

Coincido con vos; el racionalismo tiene tan poca "gracia", no?

Uno de mis profesores de Arte decía que los edificios de este estilo "envejecían mal"... y tiene razón.

Cualquier otra construcción más academicista tiene como más poesía, aún con su fachadas derruidas, sus cúpulas y sus balcones oxidados guardan una presencia que no tienen los que son puro cemento y sin ornamentación.

Gracias por pasar!
Un beso grande
D.