- Porque esta ciudad, como todas las ciudades, no dice su pasado pero lo contiene como las líneas de una mano -

mayo 16, 2011

UNA MIRADA ESPIRITUAL

Santa Casa de Ejercicios





Avda. Independencia 1190



Se halla ubicada a pocas cuadras del Obelisco, en el barrio de Constitución, y es uno de los edificios más antiguos de la ciudad, además de ser uno de los pocos ejemplos de estilo colonial que perviven.









Obra del alarife Juan Campos, sobre planos realizados conjuntamente con Juan B. Masella y Santiago Avila, ocupa un amplio terreno conformado por la suma de donaciones que realizaron varios vecinos, para llevar adelante el proyecto de la Beata Doña María Antonia de la Paz y Figueroa.








Historia


María Antonia nació en 1730 en la localidad de Silípica, provincia de Santiago del Estero.
Siendo muy jovencita, decidió consagrar su vida a Dios; efectuó los votos de castidad, pobreza y obediencia y se unió a un Beatario, bajo la dirección de la Compañía de Jesús.

Sin bien no pertenecían a ninguna orden religiosa, las mujeres que allí ingresaban vestían el hábito negro de San Ignacio de Loyola y vivían de manera ejemplar, devota y piadosa.


Cuando en 1767, los jesuitas fueron expulsados, Sor María Antonia, decidió continuar con la difusión de los ejercicios espirituales y comenzó a recorrer el país a pié.


En 1779 llegó a Buenos Aires dónde, luego de varios trámites ante el Virrey y luego el Cabildo, obtuvo la autorización para establecer la "Congregación de Hijas del Divino Salvador" y la "Casa de Ejercicios Espirituales".

Hacia 1793, los planos fueron aprobados y el edificio se fue inaugurando, por etapas, entre 1795 y 1799.








Descripción


Si bien con el tiempo se fueron incorporando nuevas áreas, mantiene parte de su disposición inicial.

Posee tres claustros, capillas y oratorios y, como toda construcción colonial, se articula en torno a patios (conserva seis de sus ocho originales) delimitados por galerías con techos construidos con maderas del Paraguay.

Realizada con ladrillos de adobe, sus muros son de un metro de espesor y los pisos de baldosas rojas.







Tanto las ventanas de rejas de hierro forjado, las puertas de ñandubay y de algarrobo con herrajes, las luminarias a vela (hoy eléctricas), así como las columnas y los muebles de madera son artesanales, realizados a mano, y dan testimonio de la época.







Además de su valor arquitectónico, la Casa guarda un rico patrimonio en imaginería devocional, muebles, libros, altares y reliquias de los siglos XVIII y XIX que conforman el "Museo Sor María Antonia de la Paz y Figueroa".









Entre los objetos que se destacan, se encuentran aquellos de carácter personal que pertenecieron a la Beata como por ejemplo su pequeño "Manuelito", un "Niño Jesús" de piedra que siempre la acompañaba.







El 8 de marzo de 1799, en la celda Nº 8 en dónde vivió, falleció Sor María Antonia.
Sus restos descansan en la Iglesia de "La Piedad".

Desde 1942 es Monumento Histórico Nacional. Abre sus puertas al público el tercer Domingo de cada mes.



Más Historia

La Casa concedía albergue no solo a las practicantes sino también a reclusas y recogidas; allí podían ir a parar mujeres enviadas por la justicia e hijas desobedientes de sus padres.

Este fue el caso de Doña Maria de Todos los Santos Sanchez, encerrada por su padre para alejarla de Don Martín Thompson.
Algo que no funciono ya que, Doña Mariquita, terminó siendo "Sanchez de Thompson".

Aquí también se hospedó Doña Camila O'Gorman antes de ser trasladada a Santos Lugares para ser ejecutada junto a su amado, el sacerdote Uladislao Gutiérrez.
El piano que se exhibe en una de las salas, perteneció a la joven.



Curiosidades

* Sor María Antonia caminó, desde su provincia natal hasta Buenos Aires, una distancia de 1194 kilómetros.

* Dentro de los milagros atribuidos a "Mamá Antula", como se la llamaba afectuosamente, se cuentan el multiplicar el alimento en ciertas ocasiones cuando era escaso, el curar a varios enfermos y el salvar a condenados a muerte, apareciendo como una visión ante el Virrey para interceder por ellos.







* La "Capilla del Nazareno", que se abre sobre Avda. Independencia, posee una de las imágenes más tradicionales de la ciudad.
De tamaño natural, es una figura de vestir con cabello natural, ojos de vidrio y lágrimas transparentes.
Carga una cruz de madera con detalles en plata y pertenece a la escuela Cuzqueña.

Dicen que la Beata lo llevaba en sus visitas a las cárceles.

* El "Patio de las Ánimas" debe su nombre a que en él se hallaron enterrados los restos de dos religiosas.

* La "Cruz Pesada" de los ejercitantes podía ser cargada (por quién así lo deseara) como parte de las prácticas.
Con 47 kg, se colocaba sobre los hombros y se arrastraba a través de los pasillos.
También se exhibe la "Cruz Liviana", de solo 28 kg.







* Las farolas de los patios son de tres caras y resultan típicamente coloniales.

* La práctica de los ejercicios espirituales consistía en alejarse de lo cotidiano, retirándose por un tiempo a meditar, orar y leer.
Fueron instaurados por San Ignacio de Loyola en el siglo XVI.

* El grosor de los muros de las casas coloniales garantizaban que se mantuvieran en pié ya que carecían de cimientos.

* El banco de madera que se encuentra en uno de los patios, pertenece a la Sala Capitular del Cabildo y data de 1810.