- Porque esta ciudad, como todas las ciudades, no dice su pasado pero lo contiene como las líneas de una mano -

julio 18, 2008

CONFITERÍA IDEAL

A metros del Obelisco, en la zona comúnmente denominada el "Centro", se encuentra una de las confiterías más antiguas y tradicionales de la ciudad, "La Ideal".




Suipacha 348



Resabio de la "Belle Epoque", conserva en su interior algo del brillo y del prestigio que la caracterizaron en aquella época.



Historia :


Frecuentada por la alta burguesía porteña, fue fundada en 1918 por Don Manuel Rosendo Fernández, un comerciante oriundo de Galicia.







Con el estilo y la decoración propia de la arquitectura de principios de siglo, el edificio fue realizado con materiales y elementos importados que Don Fernández hizo traer de Europa: arañas francesas, sillones checoslovacos, vitrales italianos, boiserie de roble de Eslavonia (tallada por artesanos), mármoles para las escaleras, cristal biselado para las vitrinas, bronces, hierro negro, etc.




Interior
Detalle




Sus dos salones, planta baja y piso superior, guardan un mismo aire: grandes puertas dobles, columnas de mármol, techos y molduras ornamentados con gran refinamiento.

El conjunto se completa con grandes arañas y apliques de globos de opalina para iluminar.


Por una suntuosa escalera de mármol o un antiguo ascensor, puede accederse al Primer Piso, dónde la "Pérgola" luce con el esplendor de antaño.




Detalles




También cabe destacar la presencia de la "Flor de Lis", símbolo de los Borbones, en la decoración de los cielorrasos, paredes y hasta en las vitrinas.

Nacida como "Salón de Té", en ella se reunían entre las 16 y las 18 hrs., al término de la jornada, las jóvenes que trabajaban en sus cercanías para "tomar el té", también supo ser lugar de encuentro de docentes, comerciantes y profesionales, así como el sitio preferido por la colectividad inglesa.

Los sábados se realizaban "despedidas de soltera" pero no de "solteros"; por aquel entonces no se consideraba aceptable el que los sexos se mezclaran.

Con el correr de los años, supo ir adaptándose a los cambios; y en ella se han presentando espectáculos de los más variados, desde su famosa "orquesta de señoritas", allá por los años '20, cantantes de tango y artistas de café concert hasta los encuentros de hoy en los que conviven la música ciudadana (se puede bailar y tomar clases en el primer piso) y la música electrónica (fiestas de ambiente alternativo), cruzando tendencias y generaciones.



Curiosidades:


* Se comenta que el Presidente de la Nación, Don Hipólito Yrigoyen, mandaba buscar a diario, las clásicas "Palmeritas de la Ideal" y que el Gral. Don Juan Domingo Perón, durante su mandato, también se hacía llevar el servicio de lunch hasta Casa de Gobierno.


* La pastelería del lugar, también era famosa, recuerdan que llegaron a trabajar en ella 48 personas en tres turnos, durante 24 horas, tal era la demanda por sus exquisiteces.
Entre ellas se destacaban los bombones decorados, obra del artista Maggione especialmente contratado para esa tarea, las masas y las "bombas" de chocolate y crema.


* En 1933, la confitería contaba con una revista que ella misma editaba, donde publicaba los acontecimientos sociales que celebraba en sus salones.


* Dicen que aquí nacieron los "sandwichs de miga".
Un grupo de ingenieros ingleses reunidos, solicitaron al panadero que les horneara un pan similar al que recordaban saborear en su tierra natal; así se originó el llamado "pan inglés" tan característico de estos sandwichs.


* Entre sus visitantes ilustres se cuentan: Maurice Chevallier, Vittorio Gassman, María Félix, Robert Duvall, entre otros; Alan Parker filmó escenas de su "Evita" y Carlos Saura de "Tango".

En 1998, la viuda de John Lennon, Yoko Ono, la visitó y expresó: "Háganse justicia a si mismos, y no destruyan su historia y su cultura".






julio 09, 2008

PALACIO ANCHORENA

Palacio San Martín


Ubicado en el Barrio de Retiro, en las cercanías de Plaza San Martín, la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, hoy utilizado para fines protocolares, es uno de los edificios más valiosos del patrimonio arquitectónico porteño.




Arenales 761



Ejemplo de la denominada escuela de "Beaux Arts de París", representativo de la arquitectura de la "Belle Epoque", también entra dentro del llamado clasicismo y/o academicismo.

Ecléctica, es una de las obras más notables de quién es considerado uno de los más importantes arquitectos de la época y de la ciudad, Don Alejandro Christophersen.




Palacio Anchorena (c.1915)



Construido entre 1905 y 1909, su finalización, prevista para el Centenario, se demoró hasta 1912, motivada por el atraso en la llegada de los materiales empleados, que provenían, en su mayoría, de Europa.


Historia


Doña Mercedes Castellanos de Anchorena encargó la construcción de un palacio para convivir con sus tres hijos varones: Aarón, Emilio y Enrique.

Los Anchorena, una de las familias más ricas y poderosas del país, vivieron hasta finales del siglo XIX, en las cercanías de Plaza de Mayo, para luego mudarse, como tantas otras familias adineradas, más hacia el norte, hacia la zona que nos ocupa.

El edificio, que exteriormente parece uno solo, consta de tres alas, independientes una de la otra; conectadas por un "patio de honor" central de planta ovalada y por una rotonda en el primer piso, una especie de paseo cubierto.

Cada una de las residencias, fueron ocupadas por Doña Mercedes, sus hijos y sus respectivas familias: en la de la izquierda (sobre la calle Esmeralda) se instaló Aarón con su madre y luego con su esposa Doña Zelmira Paz; en la del centro, Enrique y Doña Cecilia Cabral Hunter, y en la de la derecha (sobre la calle Basavilbaso) Emilio y Doña Leonor Uriburu.

El palacio se transformó en uno de los centros más importantes de la vida social porteña.
Lo frecuentaban personalidades de la política como Roque Saenz Peña o Victorino de la Plaza, altos dignatarios de la iglesia y personajes de la sociedad.
Fue muy recordada la recepción que, en 1916, se realizó con motivo del Centenario de la Declaración de la Independencia; uno de los a
ntepasados de los dueños de casa, había sido firmante del Acta de Tucumán.













Inspirado en un proyecto del maestro del Arq. Christophersen, Jean Louis Pascal (con el cual obtuvo en 1866 el máximo premio de arquitectura de la época, el "Grand Prix de Rome"), el acceso al edificio se realiza a través de un importante pórtico, trabajado en hierro y bronce, que se abre al patio central; una doble escalinata conduce a las entradas de las tres viviendas, en la rotonda circular.

En el exterior se destacan las columnas, pilastras, frisos, cornisas y también el remate del techo: las características mansardas con sus "óculos"; en el interior cabe mencionar la galería con una columnata dórica, las escaleras y las dos cúpulas.

En cuanto a la distribución de las habitaciones, responde a la general en este tipo de construcción: en PB, depósito, instalaciones y dependencias para el personal masculino; primer piso, salas de recepción; segundo piso, habitaciones privadas y en el área de mansardas, salas de lavado, guardarropa y personal femenino.

A pesar de la opulencia en la decoración, hoy se sabe que en el interior no hay mármoles, ni paredes con "dorado a la hoja" sino pintadas y que el fresco que ocupa el techo del Salón Dorado es una tela pintada; detalles que no le quitan magnificencia al conjunto.





Vistas techos







Vistas Salón Dorado





Mirada especial requiere el jardín de invierno, visible desde la calle Basavilbaso, donde sobresale el trabajo de herrería realizado en los talleres Zamboni de Buenos Aires y la "Bow Window" en estilo Art Nouveau.













El mobiliario original incluía: artefactos de iluminación en cristal de Baccarat, sillones de nogal italiano tallados y dorados a la hoja, alfombras persas y tapicería de seda francesa.

Muchas de estas piezas quedaron en el Palacio cuando, en 1936, fue rematado en subasta pública; la crisis económica del país hizo imposible que los Anchorena pudieran mantener la propiedad.

Adquirido por el Estado, fue declarado Sede de la Cancillería Argentina el 21 de abril de 1938, y se lo pasó a denominar "Palacio San Martín", en homenaje al Libertador.

Monumento Histórico Nacional, en él se encuentra la "Colección de Arte Precolombino de la Cancillería" con piezas de las culturas del N.O.A.
También cuenta con obras de artistas argentinos y americanos como Antonio Berni, Pablo Curatella Manes, Lino Eneas Spilimbergo, Roberto Matta entre otros.


Curiosidades


* Alejandro Christophersen (1866-1946) ha sido ecléctico hasta en su vida.
De origen noruego, nació en Cádiz, estudió arquitectura en la Academia de Beaux Arts de Amberes y en la Ècole des Beaux Arts de París y vivió un tiempo en Uruguay antes de radicarse en Argentina.

* Es autor de varias obras entre las que destacan la iglesia de "Santa Rosa de Lima", la sede de la "Bolsa de Comercio" y el "Hotel Leloir" (hoy Círculo Italiano).

* Cada una de las residencias que conforman el Palacio, poseen elementos que las distinguen: ninguno de los comedores y salones se repiten, en distribución, en los otros cuerpos.
En el de la izquierda y en el central, los trabajos de estucado en las paredes
son similares, en el de la derecha, los revoques en símil piedra París marcan la diferencia.

* El Palacio San Martín posee una importante biblioteca especializada en Derecho Internacional e Historia de las Relaciones Internacionales.

* Se cuenta que José María Cantilo, Enrique Ruiz Guiñazú y Jerónimo Remorino habitaron en él durante sus gestiones como Cancilleres.

* En el subsuelo, durante unos trabajos, se encontró un túnel misterioso. Mucho se especuló hasta que se descubrió que solo era una vieja bodega en desuso.

* Se dice que los Anchorena consideraban el área de la Plaza San Martín como una especie de "jardín privado".
Además de este edificio,
pertenecía a la familia el "Palacio Ortíz Basualdo", regalo de Doña Mercedes a su hija Matilde con motivo del matrimonio con Carlos Ortiz Basualdo y, gracias a la unión de Aarón con Zelmira Paz (propietaria del "Palacio Paz"), sumaron otra propiedad en la zona.
Las "malas lenguas" dicen que, gracias a su influencia, lograron desplazar la estatua del "Negro Falucho" (un héroe de la Independencia) al, por entonces, alejado y marginal Palermo.