- Porque esta ciudad, como todas las ciudades, no dice su pasado pero lo contiene como las líneas de una mano -

marzo 22, 2008

PLAZA SAN MARTIN - (Parte 2)

Haz recorrido un largo camino... (Continuación)








Llegados a este punto, cabe mencionar que la forma de la Plaza, poco tenía que ver con la que presenta hoy.

La calle Arenales se encontraba abierta y corría de Maipú a Florida; hacia la barranca se hallaban los anteriormente mencionados cuarteles, que permanecieron allí hasta 1891 cuando fueron demolidos, y el lugar ocupado por el "Pabellón Argentino".

Hacia mediados del siglo XIX, el gobierno decidió mejorar el lugar y, el 13 de julio de 1862 se inauguró el monumento dedicado a Don José de San Martín.

Realizado en bronce, es obra del escultor francés Louis Joseph Daumas.

Emplazado en sentido inverso a como se la ve en la actualidad, el pedestal original era muy simple y estaba rodeado por una verja.

Con motivo del Centenario, se decidió elevarlo sobre un basamento de granito rojo sueco y se le adosaron diversos bajorrelieves y alegorías ("La Batalla" y "La Victoria"), obras del escultor alemán Gustav Eberlein, que conmemoran la gesta libertadora.

También se le cambió la dirección de manera que su brazo extendido señale hacia Los Andes.
















Es a partir de 1878, año del centenario del nacimiento del general, que la plaza pasa a denominarse "San Martín".

Con el correr de los años, se continuó con las transformaciones.

Supo tener jardines, lagos, grutas y "Belvederes" (miradores) de acuerdo al gusto de la época; su rica y variada vegetación (palos borrachos, tipas, gomeros, ceibos) se debe a la mano experta de Don Carlos Thays.


En la década del '30 es demolido el "Pabellón Argentino", se cierra la calle Arenales (incorporándose el tramo) y comienza la ampliación hacia el bajo, desapareciendo las construcciones del lugar y el "Pasaje Falucho", una callejuela que corría en diagonal desde Arenales y Florida hasta Maipú y Av. L.N.Alem.


En 1950, con motivo de la apertura de Avda. Santa Fe hacia la bajada de Maipú, un sector queda separado del cuerpo principal; la parte ubicada frente al "Palacio Anchorena" quedó como "Plazoleta Esmeralda"; recién hace pocos años, volvió a ser integrada.


Posee varias obras que la ornamentan, destacándose "La Duda", del escultor francés Louis Cordier, realizada en mármol de carrara, y el "Homenaje a los caídos en Malvinas"; un cenotafio emplazado al pie de la barranca con veinticinco placas de mármol negro con los nombres de los soldados grabados en ellas.





"La Duda"



"Homenaje a los caídos en Malvinas"




Entre los edificios que la rodean y que merecen ser mirados se encuentran el "Plaza Hotel", el "Kavanagh", la "Basílica del Santísimo Sacramento" y algunas de las construcciones, otrora residencias particulares como el "Palacio Anchorena", el "Palacio Paz" o el "Palacete Haedo", que han sobrevivido al tiempo y son ejemplo de la arquitectura de la época.



Curiosidades


* El monumento al general Don José de San Martín, fue el primer monumento ecuestre que tuvo la ciudad y se transformó en modelo a seguir para todas las representaciones del prócer en las distintas plazas del país.


* La idea de rendirle un homenaje al "Padre de la Patria" surgió a partir de conocerse la iniciativa de Chile de realizar un monumento a los principales próceres de su independencia, que incluiría a San Martín. El proyecto chileno estaba a cargo del escultor Daumas, quién fue convocado para ocuparse del proyecto argentino también.


* Ambas estatuas, tienen características similares aunque se diferencian en algunos detalles; mientras que la nuestra muestra al caballo encabritado descargando todo el peso en las patas traseras; en la versión chilena, el animal apoya la cola en la base, para darle más estabilidad debido a las características sísmicas de la ciudad de Santiago; allí el Libertador aparece enarbolando una bandera mientras que aquí, se optó por que apareciera con el brazo extendido, para evitar confusiones con el creador de nuestra bandera, el General Manuel Belgrano.


* En el "Central Park" de Manhattan, existe una réplica de nuestra escultura. Ubicada en la "Avenida de las Américas", es una pieza realizada en bronce con pedestal de granito negro pulido y diseñado por Clarke & Rapuano. Fue donada a la ciudad de New York en 1950 a cambio de la del General George Washington, que había sido enviada con anterioridad a Buenos Aires.





San Martín - Central Park



* Dónde hoy se levanta el moderno edificio de "American Express" estuvo el "Palacio Ortíz Basualdo".
Obra del arquitecto belga Jules Dormal, constaba de tres pisos rodeados de magníficos jardines que incluían una fuente de mármol.
Inaugurado en 1904, su magnífica fachada mereció el premio a la mejor del año.
Fue demolido en 1969.




Palacio Ortíz-Basualdo (al fondo a der. Pabellón Argentino)





Vista Lateral (al fondo a izq. Palacio Anchorena)



marzo 15, 2008

PLAZA SAN MARTIN - (Parte 1)

Has recorrido un largo camino...







Es uno de los espacios verdes más antiguos y también uno de los más bellos que tiene la ciudad; después de "Plaza de Mayo", es una de las que más significación histórica posee.


Ubicada en la que fuera una zona retirada del centro; su barranca al río marcó, durante mucho tiempo, el límite norte de la traza urbana de la antigua aldea fundada por Don Juan de Garay.


El área, alejada de la vida mundana, con una eremita y una cruz consagrada a San Sebastián, dio origen, según algunos, al nombre del barrio al que pertenece, "Retiro"; para otros la denominación se debe al magnifico caserón llamado, justamente, "El Retiro", propiedad del entonces gobernador de Buenos Aires, Don Agustín de Robles.


Historia:


Este último, hacia finales del siglo XVII, mandó construir una casa de descanso sobre lo que hoy es la calle Arenales, entre Maipú y Esmeralda, para lo que tuvo que pedir un permiso especial, ya que no estaba permitido a las autoridades, poseer propiedades en los sitios donde desempeñaban el cargo.

Levantado en tierras pertenecientes a Don Miguel Riglos (quien suele aparecer como su dueño), "El Retiro" era un lujoso palacio para la época.
Con vista privilegiada al río, contaba con 40 habitaciones (4 de ellas con capacidad para 200 personas), puertas y ventanas en madera tallada; 12 escaleras de acceso al piso superior, techo de cedro labrado, paredes con cuadros de imágenes y escenas religiosas y exterior de tejas.

Sus fiestas eran todo un acontecimiento, a ellas asistían lo más granado de la sociedad local con visitantes que provenían de ciudades del territorio del Virreinato del Perú y hasta de Europa.

Durante más de 20 años, fue orgullo y una de las casas más importantes de la ciudad; al concluir su mandato y no poder venderla, Don Agustín Robles la transfiere a Don Miguel Riglos.

Tiempo más tarde, la propiedad es adquirida primero, por la "Compañía Real de la Guinea Francesa" y, después, por la inglesa "Mar del Sud", ambas dedicadas a la trata de esclavos; por lo que, durante varios años, la zona fue asociada a esta actividad y al contrabando.
Los conflictos y las rivalidades entre España e Inglaterra, hicieron que el gobierno local confisque los bienes ingleses y se quedara con "El Retiro".


Hacia finales del siglo XVIII, encontramos el área ocupada, por un lado, por los "Cuarteles de Artillería" (en lo que sería el pié de la barranca y los terrenos linderos a la casa de Robles) y por el otro, la "Plaza de Toros" (Avda. Santa Fe, M.T. de Alvear, Esmeralda y Florida).


Inaugurada el 14 de octubre de 1801, fue la segunda construida en la ciudad (la primera estaba en el Barrio de Montserrat).
Realizada en material, con palcos altos de madera y gradas bajas, tenía capacidad para 10.000 espectadores y era muy concurrida en domingos y feriados; a las funciones de gala asistían las autoridades y las familias aristocráticas de la colonia.


Avanzando en el tiempo la zona fue cambiando de denominación:

Debido a los acontecimientos que en ella se sucedieron durante las invasiones inglesas (resistencia y defensa de la ciudad) comenzó a ser conocida como "Campo de la Gloria".


Suprimidas las corridas de toros y demolida la plaza, con los materiales se ampliaron los "Cuarteles del Retiro" y el sitio pasa a denominarse "Campo de Marte" por las actividad militar que en él se desarrolla.

Es aquí donde el Gral. San Martín prepara y entrena a su "Regimiento de Granaderos"; la pequeña fuente ubicada en el centro de la plaza recuerda el antiguo emplazamiento del cuartel.








Curiosidades :


* Ya en aquel tiempo, nos quejábamos de la diferencia de precios.
La entrada a la "Plaza de Toros de Montserrat" costaba solo 15 centavos, mientras que la de la "Plaza del Retiro" 2 y 3 pesos.


* La tauromaquia despertaba pasiones.
Según crónicas de la época, "El Ñato", era uno de los picadores más famosos; y era su habilidad la que lo salvaba de la justicia ya que era un conocido asesino. Recibió su merecido castigo al morir entre los cuernos de un toro.


* Las damas de la época no solían concurrir al espectáculo, pero si aprovechaban para pasear, "ver y ser vistas".


* En la Plaza del Retiro, también se ajusticiaba.
Se fusilaba siempre que el delito no fuera político.
En 1825, un joven falsificador, Marcelo Valdivia, acabó así sus días, por reincidente.
Ya había sido condenado por igual crimen pero se le conmutó la pena, condenándoselo a exhibirse en la plaza (más 8 años de prisión y luego destierro); hubo de sentarse en la Plaza durante 4 horas con los billetes que había falsificado, prendidos al pecho.
Estando preso volvió a las andadas y se lo aprehendió con una orden para su liberación que él mismo se había falsificado.


Continuará ...



marzo 07, 2008

MES ANIVERSARIO


CUMPLIMOS UN AÑO
y
PASAMOS LAS 10.000 MIRADAS




Gracias a todos y a cada uno de los que miran este espacio.

A los que lo encontraron por azar y a los que,
buscando información sobre la ciudad, dieron con él;

Gracias a los amigos, a los amigos de los amigos y a todos los que lo recomiendan;

Gracias a los que me dejan comentarios y a los que me escriben al mail;

Gracias a todos los que conocí por este medio
y a los que no, también;

Gracias a los de por aquí, a los de por allá
y a los de cualquier rincón del planeta que sienten
por Buenos Aires algo especial.

Simplemente, Gracias !!

DG